Tres años después del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, 12,7 millones de personas (36% de la población) sigue necesitando ayuda humanitaria, sobre todo en el este y sur del país. Además, 6,8 millones de refugiados siguen viviendo fuera de Ucrania, mientras que otros 4,2 millones de personas son desplazados internos.
Junto a la destrucción de viviendas e infraestructuras, el conflicto prolongado ha deteriorado la salud mental de millones de personas, desplazadas o no, que viven con estrés postraumático. Los menores son el sector más afectado con depresiones y miedos.
Por otra parte, se calcula que más de un millón de familias (unos 5,5 millones de personas) no tienen empleo ni fuente de ingreso familiar alguna. Esta situación, unida a una tasa de inflación del 12%, y a la prolongación de un conflicto que ha hecho que ya no existan ahorros, ha provocado que millones de personas se encuentren viviendo bajo el umbral de la pobreza.
Cáritas Ucrania (CUA) y Cáritas Spes (CSU) -la católica de rito griego y la católica de rito latino respectivamente-, han continuado atendiendo a la población afectada por el conflicto, integrando programas de respuesta humanitaria con iniciativas de recuperación temprana y desarrollo.
Desde febrero de 2022, han atendido a más de 4,8 millones de personas, que han recibido ayuda alimentaria de primera necesidad, enseres domésticos, alojamiento, agua y kits de higiene, protección, apoyo psicosocial, apoyo servicios de salud, y ayuda monetaria multipropósito.
El trabajo en red, tejido entre parroquias, centros de atención, oficinas diocesanas, oficinas nacionales, y red de unidades de trabajo móviles, ha permitido que Cáritas atienda a la población tanto en núcleos urbanos densamente poblados, como en comunidades rurales alejadas que no tienen acceso a servicios sociales básicos.
“Para este 2025, las prioridades de las Cáritas son continuar con la ayuda humanitaria en el este y sur del país, poniendo la mirada en procesos de reconstrucción temprana y desarrollo en el resto del país”, explica Carmen Gómez de Barreda, responsable de la Campaña Cáritas con Ucrania.
Cáritas Española ha movilizado desde el inicio de la invasión 10,5 millones de euros que han sido enviados a las dos Cáritas presentes en Ucrania (la católica de rito griego y la católica de rito latino) y a la red de Cáritas en los países limítrofes para hacer frente a las necesidades de la población desplazada.
Para los próximos tres años va a aprobar proyectos por valor de 8,3 millones de euros. Los sectores que se apoyarán son: respuesta a la emergencia humanitaria, atención psicosocial de los veteranos, atención psicosocial de las personas con diversidad funcional, atención integral a familias vulnerables, mejora de los medios de vida, fortalecimiento de las parroquias, fortalecimiento institucional, y programas integrales de lucha contra la trata de personas.
Labor en España
Según ACNUR, hay más de 231.000 ucranianos solicitantes de protección temporal en España. A lo largo del año 2024, la acción de la Confederación de Cáritas para atender y acoger a las personas y familias con nacionalidad ucraniana se ha normalizado dentro de los recursos y espacios de acogida. Se ha atendido a un total de 2.907 personas y los recursos económicos invertidos han ascendido a 264.293,79 euros.
En cuanto a los tipos de respuestas destacan: alimentación, ropa, calzado, y otros enseres (comedores, economatos…) con 2.104 personas beneficiarias y por un importe de 102.561 euros. En relación a la vivienda y la organización del hogar se ha apoyado a 394 personas con una inversión de 139.204 euros.
“Cáritas Española, a través de la red de Cáritas nacionales y de la Confederación, mantiene su compromiso de fomentar la esperanza y la capacidad de recuperación de los millones de ucranianos afectados por esta crisis en curso. Sin embargo, el apoyo sostenido de la sociedad española es esencial para construir un futuro mejor para Ucrania y Europa en su conjunto”, explica Carmen Gómez de Barreda.
Servicio de Comunicación de Cáritas Española
