El director de Cáritas Diocesana de Málaga, Francisco Sánchez, recordó en su ponencia centrada en cómo tiene que ser el reparto de alimentos que “Cáritas no es un supermercado; es la Comunidad que quiere expresar el amor de Dios”.
En torno a 300 voluntarios de toda la Archidiócesis de Toledo participaron ayer en el Salón de Actos “Jesús Hornillos” del Colegio Diocesano “Nuestra Señora de los Infantes” de Toledo en la XI Jornada Diocesana del Voluntariado, que con el lema “Ser santos a través de las obras de amor”, fue inaugurada por el obispo auxiliar de Toledo, don Ángel Fernández Collado.
Don Ángel Fernández manifestó a todos los voluntarios que “vosotros sois el rostro de de la Iglesia, mostráis el amor de Dios hecho caridad, porque el Señor cuenta con nosotros para que le ayudemos a atender y a acompañar a todos los necesitados”.
El director de Cáritas Diocesana de Toledo, Antonio Espíldora, que presentó al ponente, Francisco Sánchez, director de Cáritas Diocesana de Málaga, recordó que Cáritas Diocesana de Toledo está trabajando en la actualidad, tal y como se aprobó en la última Asamblea General, por un nuevo modelo de acogida en la Archidiócesis, de ahí que la ponencia de esta XI Jornada Diocesana de Toledo tenga como tema principal “Cáritas, ante el reparto de alimentos”.
En este sentido Francisco Sánchez reflexionó sobre qué es Cáritas y cuál es la misión de las Cáritas en el reparto de alimentos, un tema común en todas las Cáritas Españolas, recordando a todos los presentes que “Cáritas no es un supermercado; es la Comunidad que quiere expresar el amor de Dios”, porque en la actualidad “Cáritas tiene que dar respuesta a nuevas necesidades y a nuevas pobrezas, siendo luz de esperanza en el tiempo que nos ha tocado vivir”.
“No podemos ayudar de cualquier forma –comentó- sólo dando alimentos porque Cáritas no puede ser un sitio donde la persona llegue y se marcha sin más con su bolsa de alimentos”, de ahí que “nuestro modelo de acción social esté basado en el acompañamiento, cuidando lo máximo posible la dignidad de la persona que está sufriendo”.
Como voluntarios de Cáritas “tenemos que ser signo de lo que creemos”, y tenemos que “dar buenas noticias a quien sólo recibe malas noticias”, “por eso –continuó- las acogidas se convierten en un lugar privilegiado de encuentro con el otro, con una atención personalizada”. Así recalcó que “tenemos que avanzar hacia el desarrollo de una acogida que posibilite procesos de ayuda, procesos educativos que dignifiquen las situaciones que se nos presentan”.
Sánchez expresó que “el pobre no es sólo el que carece de lo material, sino que la pobreza se puede manifestar en diferentes ámbitos. Pobre no es sólo el que no tiene para comer sino el que no tiene a nadie”, por lo que recordó que “el reparto de alimentos no es un fin, sino que es un medio para acompañar a las personas que llegan a Cáritas”.
“No sólo podemos dar bienes materiales sino también espíritu: tiempo, acogida, escucha, consolación, acompañamiento, conversión”, indicó el director de Cáritas Diocesana de Málaga, que insistió en que “la dignidad del ser humano es sagrada porque es la imagen de Dios”.
Después de la conferencia de Francisco Sánchez y el turno de preguntas tuvo lugar la presentación de experiencias diocesanas de tres Cáritas Parroquiales de la Archidiócesis: Parroquia de San Ildefonso de Toledo, Parroquia de La Puebla de Montalbán y Parroquia de Numancia de la Sagra. En todas ellas se está trabajando por un cambio en el modelo de acogida y en el reparto de alimentos, con más promoción y acompañamiento de las personas.
Después de la Jornada Diocesana del Voluntariado, los voluntarios participaron en la Jornada Diocesana de Fin de Curso “Dando Gracias”, que se desarrolló en el Pabellón Polideportivo del Colegio Diocesano “Nuestra Señora de los Infantes”.
Fotografías de Juan Antonio Navarro
Fotografías de José Luis González (1)
Fotografías de José Luis González (2) sobre la Jornada Fin de Curso