En Cáritas Diocesana de Toledo con motivo de esta Jornada se quiere visibilizar una realidad cambiante, cada vez más oculta y cercana, pues tanto la trata como la prostitución está más dirigido a las redes sociales y a la normalización de la sociedad sobre el consumo del sexo.
En 2015 Cáritas Diocesana de Toledo inició el Proyecto Santa Marta, de acompañamiento y ayuda a mujeres que ejercen la prostitución a salir de esta situación. Desde el Proyecto Santa Marta se realiza un acompañamiento muy personalizado para que puedan salir del contexto en el que están, ayudándoles a acceder a una vivienda normalizada y facilitándoles a través de los distintos programas de Cáritas, como el Área de Empleo o Animación del Territorio, la ayuda necesaria para encontrar un empleo, o formación o cubrir las necesidades básicas de la mujer.
Desde el inicio del proyecto desde Cáritas se ha atendido a 74 mujeres en contexto de prostitución, víctimas de trata y explotación sexual. De las cuales 7 mujeres han sido víctimas de trata y 3 explotadas por sus parejas y una explotada laboralmente. Así lo ha explicado esta mañana en rueda de prensa la secretaria general de Cáritas Diocesana de Toledo, Mónica Moreno, y la responsable del Proyecto Santa Marta, Paloma Martín de Vidales.
Actualmente desde Cáritas Diocesana de Toledo se está atendiendo a 23 mujeres en el proyecto, de las cuales 2 tienen la acreditación de víctimas de trata, y otras 2 mujeres han sido explotadas, una sexualmente por su esposo y otra laboralmente.
De ellas, hay un grupo de prevención de 4 mujeres que se encuentran en el Proyecto Santa Marta. Desde este proyecto, las profesionales –una trabajadora social y una psicóloga- trabajan para evitar el acceso a la prostitución.
Mónica Moreno ha comentado que con motivo del Día Mundial de la Trata, que es el 30 de julio, desde Cáritas Diocesana de Toledo se quiere visibilizar una realidad cambiante, cada vez más oculta y cercana. Una realidad que está dirigida cada vez más a las redes sociales y a la normalización de la sociedad sobre el consumo del sexo.
Asimismo ha manifestado que “el negocio del sexo se ha expandido gracias a la legitimación del consumo del sexo, a la invisibilización de los consumidores, y también se pone de manifiesto que el acceso consumo se ha digitalizado pues a un solo clic puedes optar a la mayor variedad y selección de personas así como de prácticas deseadas, con ranking de opiniones de consumidores, así como acceso a foros donde informarte…Esto ha hecho que el ejercicio de la prostitución en la calle, en los prostíbulos, carreteras y polígonos se reduzca , proliferando en pisos, espacios privados, club y agencias.”
En la actualidad las redes sociales se convierten en altavoces de un negocio ilegal, invisible y que sigue captando a personas en cualquier parte del mundo, lejos de los controles policiales y solo a través de un clic.
Intervención y perfiles
Por su parte la responsable del Proyecto Santa Marta, Paloma Martín de Vidales, ha detallado cómo es la intervención que se realiza con las mujeres que se encuentran en prostitución, “ofreciendo una salida real, y aportando espacios de encuentro para mujeres en riesgo de acceso a la prostitución”.
Las vías de acceso al Proyecto son por los técnicos de los servicios sociales de Atención Primaria; los técnicos de otras entidades –trabajando en red- como Médicos del Mundo; por la red de Cáritas Parroquiales y por otras mujeres que ya han participado o están en el Proyecto Santa Marta.
Desde este Proyecto, que cuenta con financiación del Gobierno regional, se lleva a cabo la acogida, momento en el que la mujer empieza a manifestar sus deseos y demandas, se abre a la información recibida, comienza a pensar en posibles cambios en su vida. También se realiza el acompañamiento, y cambio de vida, para llegar al momento de la consolidación, la aceptación y la integración en su entorno.
En cuanto a los perfiles, según la experiencia de Cáritas, se destaca la entrada de mujeres con visado de turista y con gran desinformación, y en este sentido Paloma Martín de Vidales ha indicado que “se está produciendo a nivel general en todos los territorios un cambio de espacio y una deslocalización de la prostitución”, por eso se está produciendo un descenso de los clubs, con un paulatino cierre de los mismos, y a la vez mayor número de pisos y mucha menos prostitución en calle.
También hay nuevos espacios dónde las mujeres hacen contactos. “Bares dónde quedan y luego van a algún lugar para el ejercicio de la prostitución, bares dónde suelen acudir personas mayores, nueva modalidad: co-working (espacios con habitaciones). Cada vez hay más mujeres a las que las obligan a salir en busca de clientes, y suelen ir después a casa de la persona que acude a la prostitución”, ha explicado la responsable del Proyecto Santa Marta, añadiendo que “además se consiguen contactos con las redes sociales y las nuevas tecnologías”.
VIDEO TESTIMONIO PROYECTO SANTA MARTA
Servicio de Comunicación de Cáritas Diocesana de Toledo