Ante la situación creada por la propagación del coronavirus COVID-19 en España, deseamos transmitir a toda la familia de Cáritas Diocesana de Toledo las siguientes recomendaciones:
1.- La Iglesia –y por tanto Cáritas– debe ser experta en el anuncio de Jesucristo, en la Palabra de Dios y en la salvación del hombre; no necesariamente en coronavirus. Por ello, en todo cuanto se refiere a las medidas adecuadas para evitar en lo posible la transmisión del virus, debéis estar atentos a las pautas que establezcan las autoridades sanitarias dentro del ámbito de sus competencias, a las que nos remitimos:
- Extremadura: http://ssprl.gobex.es/ssprl/web/guest
- Castilla-La Mancha: https://sanidad.castillalamancha.es/ciudadanos/enfermedades-infecciosas/coronavirus
2.- «Los gozos y esperanzas, la tristeza y angustia de los hombres de nuestro tiempo son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo», como afirma la Constitución Gaudium et spes del Concilio Vaticano II. Pero, como también nos recuerda el propio Concilio, «Cristo es la luz de los pueblos» (Lumen Gentium 1) y es nuestra obligación, en estos momentos de zozobra e incertidumbre para tantos, darles razón de nuestra esperanza llevándoles la luz de Cristo, de manera que encuentren en la Iglesia un motivo para seguir esperando (cf. Plegaria eucarística V/b).
3.- Os pedimos que redobléis vuestras oraciones a Dios por todos los afectados por la enfermedad, por los médicos y personal sanitario que los atienden, y por las autoridades que deben tomar en estos momentos las decisiones acertadas. Si acaso se vislumbrase la posibilidad –Dios no lo quiera– de que se ordenara el cierre de los templos y la supresión del culto, ello debe suponer un acicate para aprovechar estos momentos para acudir con mayor intensidad a recibir los sacramentos y a rogar al Señor ante el sagrario que nos libre de todo mal.
4.- La aparición del coronavirus en este tiempo de Cuaresma es una llamada más a la conversión. A reconocer nuestra fragilidad y «dominar nuestro afán de suficiencia» (Prefacio III de Cuaresma). A acudir con confianza a nuestro Padre del cielo y fortalecer nuestra fe en la vida eterna que Cristo nos ha alcanzado con su muerte y resurrección.
También es ocasión privilegiada para evangelizar, llevando al mundo la esperanza, la paz y la alegría que solo Cristo resucitado nos puede dar, conscientes, además, de que es mucho más grave el pecado del alma que la enfermedad del cuerpo.
5.- Los más pobres –los preferidos del Señor– son siempre los más vulnerables a cualquier situación de emergencia. ¡No los dejemos solos en estos momentos por pensar solamente en nuestra propia seguridad! La Iglesia, a través de sus santos, siempre ha dado testimonio de acogida y cuidado a los más necesitados en épocas de calamidad. Imitemos a Cristo, y no sigamos los criterios del mundo que nos llevan a pensar solo en nosotros y en nuestro bienestar material. «El que quiera salvar su vida, la perderá» (Mt 10,39).
6.- En tanto no se disponga lo contrario por las autoridades competentes, no vamos a cerrar ningún proyecto, servicio o centro de Cáritas Diocesana por el coronavirus. Os pedimos, por tanto, que no adoptéis decisiones unilaterales en ese sentido y que evitéis recurrir a medidas más restrictivas que las establecidas en cada momento por los responsables de los servicios de salud. Si por razones de edad, salud o prevención no se pudiera contar con voluntarios suficientes para mantener un servicio, os exhortamos a pedir ayuda a hermanos más jóvenes de vuestra parroquia o de otras parroquias cercanas para tratar de mantener en lo posible la atención a los necesitados, antes de tener que tomar la decisión, en su caso, de cerrar por falta de voluntarios.
Pedimos a la Santísima Virgen, Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos, que nos alcance del Padre celestial la salud del alma y del cuerpo.
Toledo, 11 de marzo de 2020
RECOMENDACIONES DEL EQUIPO DIRECTIVO DE CÁRITAS DIOCESANA DE TOLEDO