Cáritas Diocesana de Toledo apuesta por la inserción social de las personas más desfavorecidas a través de un modelo de empleo que pone en el centro a la persona, teniendo presente los derechos humanos y el cuidado de la Creación.
La economía solidaria continúa siendo un reto para Cáritas, a la par que una realidad que cada vez tiene más presencia en su programa de empleo. La Institución invita a reflexionar sobre responsabilidad de nuestras decisiones en la construcción de un mundo más justo y recuerda que es posible un modelo económico que no excluya a las personas.
Cáritas Diocesana de Toledo cree que es posible realizar una actividad económica sostenible, con principios de solidaridad y justicia, dirigida a garantizar el bienestar y el desarrollo de las personas en situación más precaria. Este modelo tiene como objetivo principal la promoción sociolaboral de las personas excluidas para lograr que la rentabilidad económica se ponga al servicio de una auténtica rentabilidad social.
Desde la Administración se han puesto en marcha herramientas, como los planes de empleo, que pretenden conseguir cambios rápidos en las personas, desde Cáritas considera que esos “cambios rápidos” son complicados de conseguir con las personas más empobrecidas y con pocas herramientas para el empleo. El acompañamiento a dichas personas, es más lento y es importante entender, que la pobreza es transversal, por ello la coordinación interdepartamental es fundamental para conseguir una mayor y mejor inserción.
Más de 700 personas se han inscrito en el Servicio de Orientación e Intermediación Laboral de Cáritas Diocesana de Toledo. Así el 65% de las ofertas gestionadas derivaron en la contratación de los usuarios. Es desde esta perspectiva, donde Cáritas renueva su compromiso por el acceso al empleo de las personas más desfavorecidas, desde el acompañamiento personalizado en todo el itinerario.
Un año más, Cáritas Diocesana de Cáritas Diocesana de Toledo lanza a la sociedad, a los medios de comunicación y a las Administraciones Públicas una llamada a la responsabilidad y a la corresponsabilidad para devolver la esperanza a todas las personas que sufren el desempleo en sus propias vidas. Una invitación a ser comunidad y a caminar con los que más lo necesitan.