Ayer Toledo acogió la visita de representantes de Pastoral de Inmigración del Consejo de Conferencias Episcopales de Europea.
“Cristianos Perseguidos” es uno de los proyectos en los que a lo largo de este curso pastoral 2016-2017, en colaboración con el Secretariado Diocesano de Migraciones, seguirá trabajando con gran fuerza y entusiasmo, acompañando y ayudando a familias sirias, iraquíes y paquistaníes, así como colaborando en la zona en las comunidades iraquíes de Mosul, Alqosh y Arbil.
Cáritas Diocesana de Toledo va a concienciar –promoviendo campañas de ayuda y sensibilización- en los próximos meses sobre la necesidad de ayudar a la población siria y a los refugiados que se han visto desplazados de sus lugares de residencia.
Ayer Toledo acogió la visita de representantes de Pastoral de Inmigración del Consejo de Conferencias Episcopales de Europea, que durante dos días se han reunido en Madrid para debatir los desafíos de la integración de los refugiados, centrándose en las distintas dimensiones de la integración, particularmente en la dimensión pastoral, ya sea desde la perspectiva del que llega como del que acoge: desde la búsqueda de un trabajo y de la casa, a la educación de los niños y la experiencia personal y comunitaria de su propia religión, como también la relación entre los inmigrantes ya integrados y los recién llegados.
En este sentido el secretario de la Comisión “Caritas in Veritate” de la CCEE, don Luis Okulik, manifestó que “nuestro trabajo no es tanto mirar cuentas sino mirar a los ojos a los inmigrantes”, porque “la Iglesia ayuda a las personas a sentirse dignos”, por lo que indicó que la prioridad es pensar en la mejor fórmula para integrar a todas estas personas en la sociedad europea y “hacerlas parte de nuestra vida cotidiana”.
Por otra parte destacó la vitalidad de la iglesia Católica en el número de voluntarios que atienden en las áreas de la inmigración y acogiendo a los refugiados resaltando la capacidad de adaptación de los voluntarios, un número que va en aumento continuamente.
Así don Luis Okulik comentó que “no basta con garantizar una casa, siendo importante y necesaria, sino que esa persona se sienta amada, acompañada, escuchada, seguida en el tiempo, y no olvidada una vez que ha sido acogida e incorporada a la sociedad”.
El director de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, don José Luis Pinilla, que destacó el trabajo que realiza el Secretariado Diocesano de Migraciones de Toledo, indicó que a fecha de hoy solo se ha ubicado en nuestro país a un total de 567 refugiados de los 17.000 que el Gobierno español se comprometió con la UE, una cifra que es “irrisoria”, recordando la disponibilidad de todas las diócesis de España de acoger, “estando todas preparadas para la acogida”.