Antonio Díaz es valenciano y desde hace 2013 está en Hogar 2000 donde se encuentra feliz pero con ganas de tener una vida independiente. Él está en este centro porque tiene esquizofrenia.
Fue asistente de un conocido escritor asturiano, con el que trabajó 16 años de su vida hasta que le vino una enfermedad y “entonces rompimos la relación”, entrando Antonio en depresión. Entonces se le acentuó su enfermedad. “La cosa se deterioró y mi vida cambió”. Su familia comenzó a buscarle un centro donde le ayudarán, llegando a Hogar 2000.
Desde que está en este Centro de Cáritas “me encuentro muy feliz porque es el descanso que necesitaba, tratándome estupendamente y estando con mi familia”. Antonio ayuda a los compañeros que tienen más dificultades “estando al tanto de las pequeñas cosas que los demás necesitan y prestando atención a aquello en lo que yo también pueda ayudar”.
Enrique es otro de los residentes de Hogar 2000, donde lleva dos años, procedente del Hospital de Ciudad Real. Tiene esquizofrenia y retraso mental, y aunque indica “que tiene 24 hermanos su familia no puede hacerse cargo de él”. Enrique señala que “no haces nada, pero que le tratan bien a pesar de que no le dan tabaco cuando él quiere”, porque “yo lo que quiero es irme con mi padre”.
Son dos ejemplos de los 27 residentes que están en Hogar 2000, donde cada persona y cada enfermo tiene una historia de vida y de sufrimiento, que nos hacen recordar el amor a los pobres y a todos los enfermos.