En 2003 Remedios García-Ochoa de Arce fue convocada a una reunión por el párroco de Mora porque tenía la misión, junto con otras personas y con la ayuda del Señor, de constituir Cáritas Parroquial de Mora. “Yo he sido siempre de Acción Católica y la misión de Acción Católica es servir a la Iglesia en lo que necesite y en aquel momento eso era lo que precisaba la Iglesia”, recuerda Remedios, que indica que “me vi con fuerzas para hacerlo y dije: voy a probar, si no puedo lo dejo. Me encantó y he estado muchos años en Cáritas Parroquial de Mora. Ahora mi dedicación es rezando y realizando el ofrecimiento de mis limitaciones”.
“Doy gracias a Dios por haberme llamado a hacer este servicio a la Iglesia. Si Dios es Amor, podemos decir que Cáritas es un instrumento privilegiado para comunicar el amor de Dios a todas las personas” afirma esta voluntaria de Cáritas, que supo lo que son los comienzos y las dificultades de cada día.
Así reconoce que “en estos años yo he sido la beneficiada trabajando en Cáritas porque todos estamos necesitados de algo. No todo es falta de dinero, y las mujeres, hombres y niños que vienen nos enseñan a superar las dificultades de la vida y mucho más”.
En Cáritas ha hecho de todo, siempre al servicio de los demás. “He estado pidiendo cuando ha hecho falta, ayudando a gente imposibilitada a subsistir, acompañándoles en todo lo que nos pidieran, y siempre lo he hecho encantada porque es lo que Dios quería”, manifiesta Remedios, que señala que también ha tenido problemas pero “al final siempre se superaban”.
Remedios anima a hacer voluntariado en Cáritas. “Si alguien no lo ha probado, que sea valiente y empiece porque se quedará enganchado encontrando una felicidad que las cosas del mundo no nos pueden dar”.