Por segundo año consecutivo el claustro de la Catedral Primada acogió la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres, que se ha tenido lugar este domingo 19 de noviembre, con el lema “No apartéis el rostro del pobre”.
La Jornada comenzó con la celebración de la Santa Misa presidida por el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, que en su homilía invitó “a fructificar nuestros talentos y poner en valor lo que tengamos” y animó a que “no solo demos cosas materiales, sino a dar cariño”, para que “todos se integren en la Iglesia y compartamos nuestra vida, con alegrías y con penas”.
Todos los participantes, divididos en tres grupos, pudieron conocer, gracias a la colaboración de guías oficiales, las principales puertas de la Catedral Primada, como la Puerta del Reloj, la Puerta de Reyes y la Puerta de los Leones.
Después tuvo lugar un almuerzo fraterno que en el que participaron alrededor de 200 personas, procedentes de los distintos programas de Cáritas Diocesana de Toledo y de la Delegación de Migraciones y Movilidad Humana. Un almuerzo que fue posible gracias a la colaboración de una 30 de voluntarios de las Cofradías de la Santa Caridad, Descendimiento, Cristo Redentor y el diaconado permanente.
Asimismo la colaboración de empresas con corazón de Cáritas, como Panadería Milagros o Delaviuda, y de otras que se unieron a esta celebración fue muy importante para la configuración del menú. Así colaboró la Confitería Santo Tomé, que realizó dos grandes tartas personalizadas de la Jornada Mundial de los Pobres; la Casa de Alba y Tello, que donaron los embutidos para los entrantes; el Restaurante “Venta de Aires” que preparó una crema de calabaza, como primer plato; y las cocineras de la Residencia de los Hermanos Desamparados de Santa Casilda de Toledo, que cocinaron la paella.
Servicio de Comunicación de Cáritas Diocesana de Toledo