Este día 5 de diciembre, día internacional del voluntariado, es un día para proclamar y celebrar que ser voluntarios de Cáritas es una gracia, un don, un regalo de Dios. Un día para dar gracias a Dios por todos vosotros, los voluntarios y voluntarias de Cáritas, la Iglesia haciendo caridad. El Padre nos ha elegido para ser sus manos, sus ojos y su corazón. Los voluntarios sois afortunados por tener ojos abiertos para ver el sufrimiento de los pobres, oídos atentos para escuchar su clamor y corazón sensible para conmovernos.
El voluntariado de Cáritas, el voluntariado cristiano, nos ofrece el gozo de un encuentro fecundo con el otro, con el necesitado, con nosotros mismo. Un encuentro que nos hace salir de nuestros refugios y de nuestras seguridades para abrirnos a las necesidades del hermano necesitado, en unos momentos de especial dificultad, en el que todo es incertidumbre, en el que las guerras nos rodean y en el que es más necesario que nunca abrir nuestro corazón al hermano, tenderles la mano y decirles “aquí estoy. En qué puedo ayudar”.
El voluntariado no es sólo hacer y dar, no es sólo ayudar al otro a salir del sufrimiento y de la pobreza y desarrollo integral. El voluntariado de Cáritas implica escuchar, descubrir lo que el otro piensa, lo que siente, lo que ama y lo que sufre. El voluntariado de Cáritas nos enseña el rostro sufriente de Cristo en cada una de sus pobrezas, y nos invita a unirnos con el Padre Dios, porque como decía Santa Teresa de Calcuta: “Sin Dios somos demasiado pobres para ayudar a los pobres”. Llama a encontrar en la Palabra la Luz que nos ilumina para mostrar la misericordia de Dios; a orar porque la oración nos fecunda y nos purifica y a la Eucaristía, para fortalecer la entrega generosa al pobre.
Gracias voluntarios
En este día, queremos traer las palabras del Papa Francisco “No son los resultados los que nos mueven, cumplir objetivos programados, sino ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma, siendo capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su sitio y de abrirse a los demás y a Dios. (…) Jesús nos lo dice claramente, con su vida y con su obra, que no basta “dar”, hay que “darse”.1 (1 Discurso del Santo Padre Francisco a delegación de Cáritas Española. Sala del Consistorio. Lunes, 5 de septiembre de 2022)
En la Provincia Eclesiástica de la Provincia de Toledo -conocido coloquialmente como Cáritas Castilla-La Mancha- sois casi 4.000 voluntarios; vosotros sois el pilar básico del Ser y Hacer de Cáritas. Vosotros dais testimonio de Amor y de Caridad en nuestras diócesis. El número va descendiendo y juntos tenemos que volver a encender la llama del servicio a Dios y a los más necesitados entre los más jóvenes, adaptando las Cáritas al tiempo de los jóvenes, pero sin olvidar a los voluntarios que habéis dado tantos frutos y habéis mantenido las Cáritas Parroquiales y los distintos recursos diocesanos. Todos estamos llamados a vivir la caridad y todos somos necesarios.
Desde los servicios generales de las Cáritas Diocesanas se están trabajando por acercar el voluntariado de Cáritas a la sociedad, que se dé a conocer la acción social que se está dando en los distintos ámbitos; un voluntariado silencioso y comprometido.
Todos los días debemos de dar gracias a Dios por habernos elegido a ser luz para muchas personas, pero aunque no es necesario que haya un día especial para hacerlo, sí es hermoso recordarnos que hay miles de hombres y mujeres que habéis optado por los privilegiados del Evangelio, desde vuestra opción por las personas en situación de exclusión y vulnerabilidad desde vuestro compromiso comunitario, fraterno y solidario. Vosotros los voluntarios de las Cáritas Parroquiales mostráis la caridad en vuestras comunidades parroquiales, siendo también la llama que se enciende en otras personas para ejercer el voluntariado.
Sois una fuente de verdadera y profunda alegría. Estáis en primera línea a la que desde la Iglesia se nos convoca para el servicio a los más pobres, en los que descubrimos cada día la presencia y el rostro del Señor. Vosotros, voluntarios de Cáritas, habéis entendido que Cáritas es amor gratuitamente recibido y amor gratuitamente entregado. Sois, como le gusta decir al papa Francisco: “La caricia de la Iglesia a su pueblo”.
Voluntariado en un mundo que cambia
Sabemos que es un tiempo complicado, que el número de voluntarios desciende en nuestras Parroquias, pero lejos de desalentarnos tenemos que vivirlo como un tiempo de oportunidad, un tiempo de esperanza, un tiempo en el que Dios recuerda que lo nuestro tiene que ver con la Buena Noticia del Reino, a eso nos debemos de dedicar como voluntarios de Cáritas: a hacer presente los signos de que ese Reino ya están aquí: los ciegos ven, los cojos andan…desde el encuentro personalizador, la acogida calurosa y cálida, seguro que así vamos contagiando a cuantos nos ven y se nos acercan.
El mundo está cambiando; estamos al final de un cambio de época, y también la pobreza está cambiando y en cada Cáritas parroquial hemos visto cómo hemos ido recibiendo demandas nuevas que, con toda seguridad, hace unos años no se planteaban (tanta cantidad de separaciones y divorcios, la llegada de migrantes y refugiados, las guerras, los “niños maleta”, el aborto, la violencia familiar, las adicciones, la enfermedad mental y otras enfermedades psicológicas, falta de empleo y de habilidades para conseguirlo, muy poca formación, lejanía de Dios y de la Iglesia como nunca antes…) y que tenemos que dar respuesta como Iglesia. Muchas personas sólo nos tienen a nosotros que como Iglesia abre sus brazos para acompañarles y atenderles. Gracias por vosotros estáis ahí, dando vuestra vida.
Ánimo, no estáis solos
Os animamos a vivir este servicio a los pobres como un regalo, y muchos nos lo habéis dicho, porque lo vivís como una gracia el experimentar que, detrás del clamor de los más débiles y pobres, os sentís llamados por El Padre, y os sabéis protagonistas de esta bonita historia de salvación. ¡No tengáis miedo! ¡Ánimo! Porque no estáis solos. Juntos caminamos con alegría.
Es también un día oportuno para renovar vuestro compromiso, el gozo de vuestra vocación a la que habéis sido llamados en la Iglesia y en el mundo. Es un día de celebración de decirle al mundo que sois voluntarios de Cáritas, que sois Iglesia y que como Iglesia estamos junto a los más pobres.
No queremos terminar sin daros de nuevo las GRACIAS y animaros a seguir sirviendo a los más necesitados, desde nuestra identidad, desde nuestra espiritualidad que siempre lleva la esperanza a los que se nos acercan. Es motivo de alegría cuando nos reconocen en como compartimos el pan.
Pedimos con fuerza al Padre que os bendiga y que os siga dando toda esa fuerza y entrega para llevar la Buena Noticia a los últimos de los últimos. Junto al Señor y acompañados de nuestra Madre, la Virgen María, hagamos realidad el Reino de Dios entre nosotros.
Feliz día a todos los voluntarios de la Provincia Eclesiástica de Toledo
Firmado por los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Toledo:
Ángel Fernández Collado Gerardo Melgar Viciosa
Obispo de Albacete Obispo de Ciudad Real
José María Yanguas Sanz Atilano Rodríguez Martínez
Obispo de Cuenca Obispo de Sigüenza- Guadalajara
Francisco César García Magán Francisco Cerro Chaves
Obispo auxilar de Toledo Arzobispo de Toledo