En torno a 300 personas voluntarias participaron el pasado sábado, 26 de octubre, en el VIII Encuentro Regional de Voluntariado, que con el lema “El voluntariado de Cáritas haciendo camino”, se celebró en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La jornada contará con la presencia del obispo de Cuenca, don José María Yaguas, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro, el administrador apostólico de Albacete, don Julián Ros, el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, la presidenta de Cáritas Regional, Rosa García, y el vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social, Cesar Sánchez.
El obispo de Cuenca, don José María Yaguas, recordó que “Cáritas es una palabra densa, una palabra que tiene que ser siempre una bomba”, porque “Cáritas es la Caridad de Dios que ha sido derramada en nuestros corazones, y nunca se puede perder de vista que el amor cristiano es como una bomba que se derrama”. En este sentido señaló que “los voluntarios de Cáritas hacen y construyen camino”.
Por su parte el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, afirmó que “el voluntariado de Cáritas tiene retos y tenemos que dar respuesta a estos retos, como la inmigración, porque los voluntarios de Cáritas tenemos que dar el primer abrazo a los hermanos migrantes”. Así Manuel Bretón dijo que “la realidad es cambiante y me gustaría que se nos identificara a los voluntarios de Cáritas con las personas que más sufren, estando cerca” y acompañándoles en su proceso de integración con comunidades acogedoras.
La presidenta regional, Rosa García, agradeció a todos los voluntarios y voluntarias “procedentes de las cinco diócesis su entrega y compromiso con este Encuentro”, y agradeció a la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca “las facilidades que nos ha dado para que este encuentro se pueda celebrar”.
La ponencia principal del encuentro corrió a cargo de Clara Sánchez Canas, del Equipo Desarrollo Organizativo dentro del Área Desarrollo Institucional de Cáritas Española , que denominó su intervención con el lema “hay esperanza, un voluntariado para una nueva época”, ayudando a reflexionar sobre “nuestra llamada como voluntario y cómo tenemos que ser luz en los momentos más oscuros de las personas que llegan a nosotros”. También hizo reflexionar sobre las herramientas que necesitamos en nuestro caminar con una brújula (fe, caridad y esperanza, una mochila (que llevo y que dejo ir), una tienda (donde todos caben), sabiendo que no caminamos nunca solos.
Clara Sánchez expresó que “el voluntario de Cáritas en su camino y en el encuentro con el otro se transforma, y agranda su corazón, ayudando también a transformar a otros”.
Después del descanso fue el momento del testimonio de voluntarios y voluntarias de Cáritas, reflexionando sobre cómo fue su llamada como voluntarios de Cáritas, qué talentos poner al servicio de los demás y cuál es el horizonte de Cáritas. También se presentó la nueva Campaña de Voluntariado de Cáritas Castilla-La Mancha.
La mañana terminó con un gesto que quiso potenciar el envío de estos voluntarios, como Iglesia que somos, a los más pobres para que seamos gente luminosa en medio de nuestra sociedad.
Después de una comida compartida como acción de gracias se celebró la Eucaristía en la Catedral de Cuenca.
Cáritas Castilla-La Mancha