La Parroquia de Santa Teresa en Toledo acogió este sábado, 1 de abril, la II Jornada del Área de la Caridad de la Archidiócesis de Toledo que estuvo dedicada al voluntariado cristiano, con las ponencias de don José María Cabrero, delegado diocesano de Migraciones y Movilidad Humana y de Javier García-Cabañas, responsable del Proyecto Lázaro de Caritas Diocesana de Toledo. La Jornada finalizó con los testimonios de caridad del diaconado permanente, de la Delegación Episcopal para el Cuidado de la Creación, del Secretariado de Pastoral de la Salud y del Secretariado de Pastoral de Discapacidad.
En la oración ante el Santísimo, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, recordó que “la expresión del voluntariado es la gratuidad”, y señaló que la “Carta Magna de la caridad tiene dos pulmones, basados en el Evangelio de San Mateo, 25, y de San Juan, 13”. En este sentido manifestó que “el pobre es Cristo y tenemos que ver a Cristo en los pobres”, y destacando “que el segundo pulmón de la caridad es “amar con el corazón de Cristo”.
Además, el señor arzobispo afirmó que “no es solo ver a Cristo en el pobre sino amarle como lo ama Jesús”. Por último, concluyó comentando que “el voluntariado cristiano tiene un amor distinto porque intentamos amar como ama Jesús y eso nos tiene que diferenciar de otro voluntariado”.
El vicario episcopal del Área de Caridad y Promoción Social y provicario general de Toledo, don José Fernando González Espuela, en la presentación de las ponencias afirmó que “sentimos que hemos de dar cada vez más pasos juntos y tenemos que realizar el ofrecimiento de ayudarnos los unos a los otros en lo que sea posible”. También resaltó la importancia de la formación en el voluntariado que “debe nacer siempre del Evangelio”.
Ponencias
Por su parte don José María Cabrero habló del voluntariado cristiano desde la formación, la misión y los fines, indicando que “el voluntariado cristiano es un carisma que nos da Dios”. Según el delegado diocesano de Migraciones y Movilidad Humana entre las grietas el voluntariado cristiano está la poca formación, porque “aparte de ser competentes para acompañar a los más pobres también se precisa formación del corazón”, desde una “fe creída y vivida”.
Asimismo, señaló que el voluntariado cristiano es la plasmación del ejercicio de la caridad cristiana y es signo de esperanza en un mundo donde es todo tener y figurar”.
El trabajador social y responsable de Proyecto Lázaro de Cáritas Diocesana de Toledo, Javier García-Cabañas, comentó que “el voluntario católico responde siempre a una llamada de Dios”, que se concreta en momentos, en personas, en situaciones, “porque todos hemos recibido una llamada del Señor para que ungidos por el Espíritu Santo vayamos a anunciar la Buena Noticia a los pobres.
“No somos simples agentes, somos testigos de Jesucristo y llamados a ser luz en las tinieblas”, dijo Javier García-Cabañas, que entre las sombras del voluntariado cristiano destacó “la falta de conocimiento de la realidad de los voluntarios, la escasa formación y la falta de compromiso con los más pobres”.
A esta segunda Jornada asistieron representantes de los voluntarios de Cáritas Diocesana de Toledo, Manos Unidas, Delegación Episcopal para el Cuidado de la Creación, Delegación Diocesana de Migraciones y Movilidad Humana, Secretariado Diocesano de Pastoral de la Salud, Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria, Secretariado Diocesano de Pastoral de Discapacidad y Diaconado Permanente.
Servicio de Comunicación de Cáritas Diocesana de Toledo