Querida familia de Cáritas y muy queridos todos,
Durante todo este tiempo del Adviento en el que nos preparamos para el Nacimiento de Jesús, el Salvador, venimos escuchando en los medios de comunicación que este año no habrá Navidad. ¿Pero qué locura es esta? ¿Qué cristiano puede creer que este año no habrá Navidad? Quizás esta sea la mejor Navidad de todas. “El cielo y la tierra pasarán, pero tus palabras no pasarán” (Mt 24, 35). Esta Navidad nos hace recordar lo verdaderamente importante, lo demás pasa y muere, pero el Señor permanece y su Palabra es eterna. Por tanto, vivamos esta Navidad, el nacimiento del Niño Dios, con inmensa alegría. Es verdad que vamos a echar mucho de menos a las personas que han muerto este año, o a muchos que siguen enfermos; tendremos en el corazón a las personas que tienen que vivir estos días de Fiesta lejos de su familia; es verdad que nos dolerá el saber que muchas familias y muchas personas no tendrán lo necesario para vivir porque durante este año han perdido el empleo. Pero precisamente Jesús viene para salvarnos, para restaurar nuestra vida, para sanar los corazones heridos, para dar consuelo a los que sufren, para acompañar a los que viven en soledad, para colmar de bienes a los hambrientos.
Recordemos la Palabra de Dios en la que Jesús nos pide que anunciemos lo que hemos visto y oído. Y ¿qué es eso que hemos visto y oído? Pues que los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio (Lc 7, 19-23). Y ¿no es eso lo que vemos que sucede cada día en Cáritas? ¿Es que acaso no somos todos los días testigos de la acción del Señor? Jesús viene a devolvernos la esperanza que muchos de nosotros hemos perdido y nos pide que vayamos y seamos testigos de esa esperanza. La esperanza de los que reconocen y sirven a Dios en los pobres. Y entonces veremos cómo los que tienen hambre tienen lo necesario para comer, las personas que no tienen hogar lo encuentran, los niños a los que se plantea abortar nacen repletos de vida, los corazones heridos de tantas mujeres que han sufrido violencia son sanados, los niños sonríen felices y gritan y saltan sin parar, el extranjero que se encuentra lejos de los suyos es acogido con el calor de la familia de la Iglesia, los enfermos recuperan la salud, los que están solos reciben una visita o una llamada de ánimo, el que había perdido el trabajo lo encuentra y, ojalá, todos los pobres sean evangelizados. Si de verdad tenemos Fe y dejamos a Dios ser Dios, contemplaremos este espectáculo admirable que es la obra y la acción de Dios en los más pobres.
Vivamos entonces esta Navidad con una inmensa alegría y una inmensa esperanza en Dios, que nos Ama tanto, tanto, tanto que se ha hecho Niño para estar con nosotros y poder tocarnos, sanarnos y salvarnos. Le pido a Dios que en esta Navidad nos conceda, a todos los que formamos la gran familia de Cáritas, que seamos en un primer momento como la mula y el buey y contemplemos en silencio y con admiración el Nacimiento de Jesús, junto a José y a María, dando calor al Niño Dios con nuestra oración. Pero que después seamos como el Ángel y que anunciemos a todos los pobres, los pastorcitos de nuestro tiempo, que Jesús el salvador, que Jesús Amor ha nacido, y vayamos juntos a adorarle. No tengamos miedo ni vergüenza en anunciar esta gran noticia a todo el mundo. Y, por último, como los Reyes Magos, entreguemos a Jesús nuestra ofrenda. En esta Navidad Jesús nos pide que compartamos nuestros bienes con los pobres. Este es el mejor regalo que podemos hacerle y, que juntos, le alabemos y le adoremos con cantos de júbilo porque ha venido para estar junto a nosotros y con Él ha venido la esperanza. No imagino una Navidad mejor. Creo que esta va a ser la mejor Navidad.
Antes de finalizar el año queremos agradecer a todos los voluntarios, sacerdotes y profesionales de Cáritas la gran labor que han realizado durante este año 2020 por su valentía, por su creatividad y fruto del Amor de Dios y a los hermanos y por su entrega generosa: GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
¡FELIZ Y SANTA NAVIDAD!
Javier García-Cabañas
Secretario general de Cáritas Diocesana de Toledo