Ayer lunes del Día Mundial de los Bosques, y ante el inicio de la primavera Cáritas Diocesana de Toledo y la Delegación Episcopal para el Cuidado de la Creación participaron junto con alumnos voluntarios de la Universidad de Castilla-La Mancha en una plantación simbólica de diez encinas de cinco savias con maceta, en terrenos de Hogar 2000, un centro creado en 2005, dedicado a la atención socio-sanitaria y psicológica de enfermos de VIH y personas en exclusión social.
Con esta labor de plantación, Cáritas se une a este Día Internacional de los Bosques, en un año en el que el lema es: “Bosques y salud”. Un llamamiento para cuidar de los bosques, pues a través de unos bosques sanos conseguiremos tener poblaciones sanas. Cuidar los bosques, supone cuidar la creación, nuestra casa común. Los bosques desempeñan un papel importante en la captación del CO2, liberando el oxígeno indispensable para la vida en nuestro planeta, actuando, así como auténticos pulmones. Además, los son los ecosistemas que alojan la inmensa mayoría de la biodiversidad terrestre, por lo cual su conservación depende del cuidado con el que los gestionemos. Directa o indirectamente, los bosques aportan beneficios importantes para la salud de todas las personas, no solo de aquellas cuyas vidas están estrechamente entrelazadas con los ecosistemas forestales, sino también de las personas que viven lejos de los bosques, como las poblaciones urbanas. El Centro Hogar 2000 se encuentra en una zona de monte mediterráneo, dominada por un rico encinar, característico de la vegetación autóctona del centro peninsular, justo en las laderas que vierten al valle del Tajo. El cuidado de este rico ecosistema constituye un compromiso vinculado al cuidado de la salud de las personas que en su recuperación se benefician de este maravilloso escenario natural.Servicio de Comunicación de Cáritas Diocesana de Toledo