Durante los meses de confinamiento ha aumentado en la provincia de Toledo un incremento del número de pisos ilegales, con un aumento del consumo de sexo.
Desde el año 2015 Cáritas Diocesana de Toledo, gracias al Proyecto Santa Marta, acompaña y ayuda a mujeres que ejercen la prostitución a salir de esta situación, habiéndose financiado con fondos propios de la entidad. Hasta la fecha se han atendido a siete mujeres que han salido de la prostitución, y en estos momentos se está acompañando a tres mujeres que están en proceso de cambio. Asimismo, de las mujeres atendidas en estos meses 2 de ellas han sido víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Durante el estado de alarma se ha realizado acompañamiento telefónico y por mensajería, estando pendiente de todas las necesidades (materiales, pago de suministros, sociales y espirituales) y problemáticas que manifestaban las mujeres acogidas en el Proyecto. Además en esta emergencia se han diseñado nuevas formas de atención, incorporando los medios tecnológicos en el acompañamiento personalizado a las mujeres.
Desde el Proyecto Santa Marta, que se trabaja en coordinación con la Policía Nacional, otras organizaciones como Médicos del Mundo o el Proyecto Esperanza, se constata que en estos meses de confinamiento ha aumentado el número de pisos dedicados a la prostitución, con un incremento del consumo de sexo. La responsable del Proyecto Santa Marta, Paloma Martín de Vidales, recuerda “que sin clientes no hay prostitución por lo que es necesario aludir a la responsabilidad de todos”.
En este sentido desde el Proyecto Santa Marta, y así lo ha constatado el Informe Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor sobre el impacto del Covid-19 en las mujeres que ejercen prostitución o son víctimas de trata, se alerta de que “la situación de precariedad, pobreza y exclusión que viven las mujeres que ejercen prostitución, se ha visto agravada por la crisis del Covid-19 y que el periodo de confinamiento y aislamiento ha provocado, en algunas ocasiones, aumento de violencia, coacción y explotación hacia las mujeres”.
En relación a las consecuencias de la Covid-19 se constata que las mujeres a pesar del estado de alarma y del confinamiento han seguido ejerciendo la prostitución, continúan pagando las habitaciones en las que están, o en otros casos quedándose en la calle.
Asimismo desde Cáritas Diocesana de Toledo se prevé que en los próximos meses con la crisis social y sanitaria provocada por el coronavirus haya un incremento del número de mujeres dedicadas a la prostitución, pues se ven abocadas a esta situación para hacer frente a sus necesidades básicas y la de sus familias.
El Proyecto Santa Marta, que está financiado con fondos de Cáritas y el Gobierno de Castilla-La Mancha, está centrado en el acompañamiento integral, que posibilita la recuperación personal de cada mujer, centrando la intervención en cada mujer, siendo totalmente individualizada y ajustada a las inquietudes, intereses, necesidades y expectativas de cada una de ellas.
La intervención integral hace referencia a todas las áreas de la vida de cada mujer: personal, social, formativa y laboral. Además se trabaja el ámbito de salud, vivienda, formación, laboral, situación administrativo-judicial, ocio y tiempo libre.
Gabinete de Comunicación de Cáritas Diocesana de Toledo